Muchos viajeros alrededor del mundo cuentan sus experiencias aquí algunas:
Colorado On The Road (Estados Unidos)
Cuando entré a EE.UU por el norte de la costa este, la primera ciudad que visité fue Seattle. De ahí puse rumbo hacia Montana para Visitar Yellowstone. Después de dejar atrás La Ciudad Esmeralda, mi segundo día de acampada me acerqué a un Campground para acampar y pasar la noche. Para no pagar pregunte a unos jóvenes si compartían su plaza conmigo y de muy buen rollo aceptaron. Cinco minutos después la cerveza ya estaba corriendo y el humo de los cigarros de la risa nublando las ideas. Uno de ellos me preguntó:
-¿Dónde has oído hablar del Sasquatch Festival tio?
-¿Qué festival? Respondí yo.
-El que empieza mañana hermano, ¿si no qué haces aquí?
-Pues me estoy dando la vuelta al mundo en bicicleta.
-De eso nada, mañana te vienes al festival con nosotros, me sobra una entrada y te la regalo colega.
Al día siguiente no daba crédito, menudo pedazo de festival. Cinco escenarios, tres días de música, miles de personas gritando al unísono y de fondo el cañón del río Columbia. Eso se merecía, además de beber cantidades industriales de cerveza, ondear mi bandera española, lo cual fue un gran acierto. Cada vez que la lucía a los cinco minutos me rodeaban un grupo de mujeres, en mi vida he estado tan solicitado…bendita parada en el Campground!!!
Javier Latin Lover Colorado
Consejero Viajero (Tailandia)
El año pasado me picó un mosquito en Tailandia, concretamente en el tobillo, después de 2/3 días se me infectó y se empezó a hinchar… no podía ni calzarme las deportivas jaja. La tarde de antes de la excursión a “La Playa” pasé por una clínica y pregunté cómo lo veían. Me dijo que pintaba mal, que tendrían que abrírmelo para desinfectar :S, enseguida pensé que si abrían no podría bañarme, es decir adiós excursión y fin a las vacaciones…
Le dije que si podía volver mañana a curarme, su respuesta fue: “si tardas mucho puede que haya que amputar…” :O Yo escuché amputation y me bajó la tensión y todo, mis amigos le decían al médico: “¿¡¿¡Tú estás loco?!?!” El enfermero enfadado y ofendido, una escena de película tipo Resacón en Tailandia.
Salimos de la clínica, valoramos la situación y dije: “vamos a disfrutar la noche, de la excursión mañana y que sea lo que budha quiera!”. Nos fuimos de fiesta (que no hay nada que el alcohol no cure) y al día siguiente de excursión. Al volver a la clínica me vio de nuevo el médico, y al final sólo me desinfectó por fuera, pastillas, pomada con cortisona y 3 goteros con antibióticos…
Me río ahora de la palabra amputation, pero en ese momento me bajó todo, jaja.. También nos pegamos buena fiesta esa noche en Koh Phi Phi.
Enrique tratando de curar su pie con alcohol
Dónde te metes (Irán)
En 2012 viajé a Irán e intenté hacer couchsurfing. Una chica de 25 años nos alojó en Isfahan, todo bien hasta que por la noche conversamos y salió el tema de que yo no soy español (lo dice mi perfil), se enfadó y dijo que le había mentido y que nos teníamos que ir (12 de la noche), estuvimos más de 1h discutiendo pero no entendió razones, así que empezamos a empacar…hasta que se pone a reir y nos dice que “era una broma”.
Al día siguiente nueva bronca porque hablábamos alto y sus vecinos pensarían que era puta por “alojar” occidentales. Salimos a recorrer y quedamos en vernos a comer pero nos avisó que hasta las 5pm no estaría libre así que nosotros comimos y cuando apareció se enfadó por no haberla esperado, caminaba 1-2 pasos delante nuestra y de pronto dice que se va, que quedemos a las 7 en el barrio ortodoxo.
Llegamos allí y no cogía el móvil. A las 2 horas de espera nos devolvimos a casa pero no teníamos su dirección (la primera vez habíamos llegado pasándole el móvil a un taxista).
Por suerte reconocíamos la zona y callejeando llegamos, la llamamos y al vernos se pone como loca: “¡¡¡entren qué no os vean!!!”, y nos empezó a dar la lata que no estábamos siguiendo sus normas… decidimos irnos, muchas gracias pero que nos había dejado tirados y que no entendíamos su enfado, así que empacamos y pasamos la noche en la estación de bus.
La Mochila de Mamá (Inglaterra)
Hace 10 años pasé un verano trabajando al sur de Inglaterra en un complejo hotelero sirviendo hamburguesas, haciendo perritos calientes, aguantando a ingleses borrachos desde primera hora de la mañana y librando un solo día a la semana. Las primeras semanas fueron desastrosas. No me enteraba de nada y los clientes no hacían el menor esfuerzo por hacerse entender. Cada mañana me colocaba la sonrisa y me armaba de valor y de paciencia para afrontar el día entre parrillas y cajas registradoras.
Un día me tocó atender a una madre inglesa muy maleducada que me pidió varios menús de forma muy desordenada. Cuando le dije que por favor me lo repitiera más despacio, empezó a gritar y a decirme que era una inmigrante que había ido allí a robarles el trabajo. Que cómo podía ser tan idiota de no saber coger un pedido de hamburguesas. Que me volviera a mi país y le dejara ese puesto a un inglés. Yo estaba asimilando sus palabras y maldiciendo a mi estúpido cerebro por entender toda esa sarta de insultos y no ser capaz de entender un capítulo completo de Friends. Cuando terminó de insultarme, le pedí amablemente que me repitiera el pedido y la mujer lo hizo muy despacio y vocalizando mucho como si yo fuera tonta. Mientras le servía su comida, exigió hablar con mi encargado para que me despidieran. Y yo, ni corta ni perezosa, le regalé unos enormes gapos en sus bebidas. Le di su pedido con una enorme sonrisa y un sonoro: Enjoy your meal!!
Marta sirviendo un delicioso cóctel
Próxima Parada la Luna (Italia)
24 de diciembre de 2005, Roma.
Venía de Perugia de haber terminado un curso de italiano y, junto a otras compañeras de clase, decidí asistir a la Misa de Gallo en el Vaticano. Como primer paso, nos fuimos a dejar las maletas en la consigna de la estación de Termini. Nos metimos en el ascensor e inmediatamente cuatro tías más decidieron acompañarnos en nuestro viaje a la planta -1. Apenas salimos, me encontré con que me habían robado el estuche donde tenía las cosas que jamás se deberían perder: pasaporte, billete aéreo y todo el dinero que me quedaba para el resto del viaje antes de volver a Venezuela en tres semanas. Decidí quedarme un poco más en la estación para pasar el mal rato y ahí sí que me terminaron de robar todo lo que pudieron: me fui a llamar a un teléfono público, le metí 1,50 € y se los tragó sin dejarme hacer la llamada. Acto seguido y, aún incrédula, fui a recargar mi móvil con 5 de los 20 € que me quedaban, y se comió 4 € por el tema del roaming por las llamadas recibidas del extranjero los días anteriores. Al final, decidí no ir a ninguna misa de nada, me tomé un Bailey’s en el bar de la estación con el dinero que me quedaba y esperé a mi primo que venía de Calabria a pasar la Noche Buena conmigo. Terminamos él, mis amigas y yo en un Restaurante Chino en el que los únicos impertinentes comensales éramos nosotros. “Un Natale diverso”, sin duda alguna =)
Ley 25 de Murphy: Cualquier situación por mala que sea es susceptible de empeorar
Turiscurioseando (Nueva Zelanda)
Por muy cobarde que una sea, cuando viajas a un destino como Queenstown (Nueva Zelanda) – que presume de ser la capital mundial de la aventura, nada más y nada menos – te contagias del ambientillo y hasta te envalentonas. Si encima tienes un amigo que es piloto de parapente tándem y te invita a volar por primera vez, y gratis, uno tiene la inconsciencia de decir que sí. Por supuesto, ya en la zona de despegue, al borde del precipicio, mi único pensamiento era “qué c… hago yo aquí, que no me he despedido de nadie, ni he legado mis escasos bienes.” De repente un empujón y ya estaba en el aire. Y sabes qué, fue genial volar en parapente sobre Coronet Peak. Eso sí, no sé si repetiría!
Mauxi es muy de deportes extremo
Estas y miles de otras anécdotas más tienen muchos viajeros algunas divertidas y otras insólitas.
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